

La leishmaniosis canina es una enfermedad parasitaria muy grave, que afecta al perro y en ocasiones también al gato, y que puede causar la muerte si no se trata correctamente. El agente causal es un parásito protozoo llamado Leishmania donovani.
La enfermedad se transmite a través de un mosquito en particular, llamado flebotomo, aunque existen otro tipo de vectores menos frecuentes. De ahí que si hay mosquitos, haya riesgo de contagio. La temporada de peligro comienza con el calor, normalmente en abril y finaliza en septiembre u octubre si se prolonga el verano. Durante el invierno los mosquitos permanecen en estado de larvas que son inofensivas. En las zonas más cálidas de España encontramos mosquitos prácticamente todo el año y por eso es necesario aumentar la prevención.
Aunque la prevalencia de la enfermedad depende de la población del mosquito transmisor y este se encuentra sobre todo en zonas húmedas como en lagos, ríos, urbanizaciones con muchos jardines, estanques, piscinas,… por desgracia cada vez son más los casos detectados en la Clínica Veterinaria La Viña en perros que viven en zonas urbanas con poco o nulo contacto con el campo.
Por ese motivo consideramos de riesgo todos los perros dentro del territorio español, no sólo los que habitan en el campo o cerca de humedales.
Los signos clínicos presentan una progresión lenta pero progresiva siendo los síntomas de la leishmaniosis canina más típicos los siguientes:
Debes acudir a tu clínica veterinaria habitual ya que la leishmaniosis no puede ser diagnosticada únicamente por los síntomas debido a que son inespecíficos en la mayoría de las ocasiones.
Además hay perros que pueden estar infectados con el parásito y no desarrollar nunca la enfermedad actuando en este caso como reservorio.
Para diagnosticar la leishmania será necesario tomar una pequeña muestra de sangre y realizar un test serológico o molecular (PCR) evidenciando la presencia de anticuerpos del parásito o bien observando al parásito por microscopio en una muestra de sangre, punción ganglionar o de médula ósea.
En el caso de resultar positivo a leishmania existen multitud de protocolos para tratar la leishmaniosis, no existiendo cura parasitológica pero sí evitamos la evolución del proceso, pudiendo mejorar la calidad de vida del perro y que no se vuelva a manifestar la enfermedad.
Resulta importantísimo prevenir la picadura del mosquito (flebotomo) y así el contagio de la leishmania. Existen varios métodos de prevención como:
Como la única protección para tu perro frente a la leishmaniosis es la prevención nuestro consejo es que se utilicen varios métodos de manera conjunta. En la Clínica Veterinaria La Viña estaremos encantados de asesorarte personalmente.
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